
En nuestro país, La 12 (Boca Juniors), Los Borrachos del Tablón (River Plate), Los Diablos Rojos (Independiente), La Guardia Imperial (Racing Club), La Gloriosa (San Lorenzo de Almagro), La José C. Paz (Huracán), La 22 (Gimnasia de La Plata), La 14 (Lanas), La Pandilla de Liniers (Vélez Sarfield), Los Funebreros (Chacarita Juniors), La Barra del Matador (Tigre), entre otras, son las más grandes y las que más negocios tienen a través de la política. Fuera de Buenos Aires, la “tranza” continúa, siendo los ejemplos más claros los de Rosario Central (Los Guerreros y Los Pillines), Newell’s (La Hinchada Que Nunca Abandona) y Gimnasia de Jujuy (Los Marginados y Los de Siempre).
En Chile, los grupos más organizados son Garra Blanca (Colo Colo), Los de Abajo (Universidad de Chile), Los Cruzados (Universidad Católica) y Los Panzers (Santiago Wanderers). En Colombia “mandan” Barón Rojo Sur (América de Cali), Comandos Azules Distrito Capital (Millonarios), Los Del Sur (Atlético Nacional), La Guardia Albirroja Sur (Independiente Santa Fe), Frente Radical Verdiblanco (Deportivo Cali), Holocausto Norte (Once Caldas) y Rexixtenxia Norte (Independiente Medellín). En Ecuador, Boca del Pozo (EMELEC) y Sur Oscura (Barcelona) son las barrabravas más grandes. En Paraguay se destacan La Mafia Negra (Olimplia), La Plaza (Cerro Porteño) y Los Tejedores del Ñanduti (12 de Octubre). En Perú, Uruguay y Bolivia, los grupos más “incotrolables” son los Sporting Cristal (Extremo Celeste), Peñarol (Los Feos) y La 34 (The Strongest) respectivamente. Desde ya, las torcidas brasileras no se quedan atrás de todo esto, siendo muy numerosas y de las más violentas de la región.
En Europa, los grupos más importantes de ultras son Irriducibili (Lazio), Ultras Sur (Real Madrid), Brigadas Blanquiazules (RCD Espanyol), Ligallo Fondo Norte (Real Zaragoza), South Winners (Olimpique de Marsella), Curva Norte Livornesa (Livorno), Riazor Blues (Deportivo La Coruña), Biris Norte (Sevilla), Almogavers (Barcelona) y Diablos Vermelhos (Benfica). En el caso del viejo continente, estos grupos, además de “defender” sus colores y tener contactos en el poder, suelen mostrarse como de ultra derecha, o ultra izquierda, o como anarquistas, pero siempre reivindicando alguna posición política.
Un negocio, como se ve, mundial.